domingo, 3 de junio de 2012

POETA





A ti que vives entre tersos violines
y  la métrica exacta de las letras.
Sumergida, consagrada a las frases
bajo árboles donde cada día pisan
los picaflores y se desmaya el amanecer.
Donde ángeles quietos, silenciosos
te ayudan a tejer cada uno de tus sonetos
con formas de  fruta y de tierna madera
(Porque la madera es sagrada para el hombre)
con gusto a cristal y viejos vientos pasados
con olor a semilla, caña, desierto, piedra, luz.
Te digo que dejes arder tus escritos sin miedo
porque de ése resumen de ceniza seca
crecerá ( sin dudas )
 el secreto soplo divino de tu alma…


Pedro Arce

LA FUGA






Se fuga la tarde.
Pero que no se vayan
también tus pasos con ella…
¿Pues qué haría aquí, solo
rodeado de sombras negras,
desatando la inmensa noche
sin que tus manos tengan las mías?
Ah!...Cuánto vibraron mis labios
con tus besos durante el día.
Cuánto surcaste con tus dedos
cada palabra que nos dijimos.
Sin embargo ahora me acosan
las horas de soledad porque debes irte.

Quiero correr detrás de la fuga loca de la tarde.
Detener ese metal ardiente que lento cae.
Ser para ti toda la sed que te crucifica
y  no ser el vacío que hiera el alto del cielo
esta noche…


Pedro Arce