domingo, 3 de junio de 2012

LA FUGA






Se fuga la tarde.
Pero que no se vayan
también tus pasos con ella…
¿Pues qué haría aquí, solo
rodeado de sombras negras,
desatando la inmensa noche
sin que tus manos tengan las mías?
Ah!...Cuánto vibraron mis labios
con tus besos durante el día.
Cuánto surcaste con tus dedos
cada palabra que nos dijimos.
Sin embargo ahora me acosan
las horas de soledad porque debes irte.

Quiero correr detrás de la fuga loca de la tarde.
Detener ese metal ardiente que lento cae.
Ser para ti toda la sed que te crucifica
y  no ser el vacío que hiera el alto del cielo
esta noche…


Pedro Arce

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